Si por algo destaca Varsovia, es por la inmensa cantidad
de eventos que ofrece… y su bajo precio.
Por la capital han pasado durante mi estancia decenas de festivales de cine,
varios conciertos de música, varias exposiciones (arte, historia…), etc.
En este caso, voy a
compartir mi experiencia en el Circo Du Soleil “Kooza”. Sé que puede parecer algo aburrido, pero de Erasmus, NADA es aburrido. Lo aseguro.
Todo empezó una cálida mañana en Varsovia (sí, pudimos disfrutar de cálidos días hasta mediados de Octubre). Esperando el tranvía en Centrum, vimos el cartel que anunciaba el tan famoso Circo Du Soleil en Varsovia. Fue aquí cuando las chiquillas, entusiasmadas, decidieron que íbamos a ir. A Javi y a mí, nos daba igual (si no era muy caro).
Pues preguntando por el precio, las entradas "nos salían tiradas" porque íbamos a ir en un grupo grande de Facebook o no sé qué milongas... Creo recordar que sobre 15€. Lo pongo entre comillas, porque he de decir que mi presencia se basó en la información que Alba, Javi, Cristina... me ofrecían. No sabía de qué iba eso del Circo Du Soleil (o Circo del Sol). Me esperaba animales, sinceramente.
Decidimos comprarlas siete personas: Celia, Cristina, Alba, Javi, Miriam, Xulia y yo.
Pues bien, llegó el día del circo, y lo que todo parecía que iba a ser una noche tranquila, divertida, amena,
diferente…. Se convirtió en eso; sí, pero no como esperábamos. Las entradas de
Javi y mía se las quedó Xulia, y teníamos que quedar todos en la
puerta. ¿Qué ocurrió? Que todo era aburrido ¿Cómo podemos dar vidilla al
asunto? ¡Pues nos retrasamos!
Alba y Cris fueron en esta ocasión
las encargadas de hacer esa función y se retrasaron un poquillo en sus quehaceres
de mujer, lo que conllevó que tuviéramos que pedir un taxi. Para colmo no sabíamos
dónde ‘recorcholis’ estaba la carpa, así que tuvimos que enseñarle una de las
entradas de las chicas. El tipo nos llevó y nos dejó cerca… (¿) ¡de
ningún sitio!
Así, pues, empezamos a preguntar a la gente, hasta que una amable chica nos señaló el lugar. No os lo podeis creer... estuvimos corriendo media hora hasta que llegamos al lugar. Vale, yo tampoco me lo creo. En realidad, alternábamos momento de paseo con momento de leves carreras.
Sólo Javi corría como el viento. Lo que no sirvió para nada, porque
luego nos esperó en la puerta, ya que el primer acto había empezado. Además, para conseguir nuestras dos entradas, que Xulia dejó en la taquilla, tuvimos también nuestros problemillas en el papeleo, pero eso es secundario.
Cuando nos dejaron entrar, nos alojamos en nuestros sitios y disfrutamos de un espectáculo que… ¡ojo!, ¡al Loro!
¡Que no estaba tan mal! Definitivamente, varios de los trucos eran impresionantes
y nos dejaron con la boca abierta. Reconozco que finalmente el precio
era barato.
RECOMENDABLE 100%.
"Una vez al año, ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes". Dalai Lama.
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